martes, 12 de febrero de 2008

SEPARADO


Hola soy fortunato y aunque no lo parezca soy un separado:
Recuerdo la mañana en la que mi mujer partió. Había llovido tanto que la ropa que había en el tendedero tuve que tirarla, y eso que era mía, la muy lista lo tenia todo planeado. Me tubo ocupado todo el santo día, para que cuando durmiese cayera en la cama exhausto y así ella poder partir temprano con el único tesoro que tenia de familia “perros de competición” yo era conocido por mis perros, tenia todas las victorias de los concursos nacionales gracias a ellos y ella se los había llevado y ni siquiera recuerdo que le gustasen mis perros, no quería ni oír hablar de ellos. A los dos días recibí el correo y mi sorpresa fue encontrar una carta con el diploma de primer finalista del concurso del norte, así que me puse en camino pensando que aún estaría allí. Me levante del sofá impetuosamente y corrí hacia la habitación, abrí en armario y retire cuidadosamente la puerta pequeña donde tenia la caja fuerte, pero algo me impedía que la puerta encajara en la otra ranura para tener acceso al código de seguridad, después de un largo rato logre abrirla, marque mi numero secreto y cuando abrí allí estaban mis perros metidos en bolsas herméticas con la transparencia de la bolsa aún empañada. Hice un intento fallído para retirar las bolsas pero tuve que salir corriendo horrorizado y con la mano en la boca, cuando me recupere retire las bolsas para coger dinero y había desaparecido o mas bien se lo había llevado ella junto a todos los papeles y la copia de mi testamento mas algunas joyas, no todas, pues eso me extraño. Pensé que recapacitaría y volvería y así pasaron dos días hasta que el teléfono me despertó anunciándome su muerte. No pensé, solo corrí sin saber la dirección, ya montado en mi coche tuve que dirigirme hacia el tanatorio para reconocer el cadáver.
Cuando atravesé la puerta de aquel sótano sombrío donde estaba la “ morgue” sufrí un pequeño mareo debido al fuerte olor que desprendía aquella habitación, vi a un hombre mas bien bajito que no se porque me causo un respeto paralizador, extraño en mi porque soy bastante seguro lo cual hace que no tenga ese tipo de sensaciones, se dirigió hacia mi y cuando estuvo cerca me hizo un gesto invitándome a seguirle, sin mediar palabra y con apariencia parca lo seguí, todo me recordó a las películas de cine negro americanas pero no era película era mi cruda realidad.
Llegamos después de caminar como un minuto a una camilla con un cadáver tapado con una sabana verde, la levantó y cual fue mi sorpresa o desilusión al descubrir que bajo esa sabana la que yacía no era mi mujer.
Aún no se porque pero dije que si, pensé que así podría empezar de nuevo y salir de este mal trago, el hombre con carácter, como yo lo percibí, insistió en la verificación y haciendo el mejor papel de mi vida asentí de nuevo.
Una vez fuera de aquel lugar, cogí mi coche y dando una gran bocanada de aire me dirigí hacia mi casa.
Conforme me iba acercando a mi domicilio algo en mi estaba inquieto.
Saqué mi llavero con mis únicas tres llaves, la de mi casa, la de la portería y la de mi coche, no pude coger el ascensor porque otra vez estaba estropeado. Abrí la puerta de mi casa y mi hijo el pequeño se abalanzó sobre mí como siempre, colgué el abrigo donde siempre, no me duche, porque lo hacia como siempre en la fabrica, mi mujer me volvió a dar un beso y me dijo lo que había de cena como siempre...
No tengo caja fuerte, ni tengo perros ni fortunas familiares y hace mucho tiempo que no se muere nadie en mi familia... Lo único que tengo es agobio y mucha muchísima rutina...
Prueba de imaginarte una vida y después regresa a tu casa... Y piensa... Si soy yo, Fortunato.

No hay comentarios: